viernes, 13 de julio de 2012

Santa Bárbara en la Iglesia del Sagrario.



A los pies de la Iglesia del Sagrario hay una pequeña capilla dedicada a una santa de tronío ( de hecho es la patrona de las tormentas, así como de los artilleros, canteros, mineros, y, en general, culaquier profesión relacionada con el manejo de explosivos), Santa Bárbara.

El retablo, realizado alrededor de 1680, nos presenta a la santa con una imagen de la Torre del Oro, con tres ventanas, en sus manos, con una clara simbología.


Dice la leyenda que Santa Bárbara habría nacido en Nicomedia, cerca del mar de Mármara, hija de un Rey sátrapa de nombre Dióscoro, quien la encerró en una torre.

El motivo del encierro pudo haber sido para evitar que los hombres admiraran su belleza y la sedujeran, o para evitar el proselitismo cristiano. Durante una ausencia de su padre, Bárbara se convirtió al cristianismo, y mandó construir tres ventanas en su torre, simbolizando la Santísima Trinidad. 

Su padre se enteró del significado del simbolismo de estas ventanas y se enfadó, queriendo matarla. 

Por eso, Bárbara huyó y se refugió en una peña milagrosamente abierta para ella. Atrapada pese al milagro, se enfrenta a su destino.

En este caso, el escultor tuvo el guiño de señalar la torre con la imagen de la torre sevillana. Santa Bárbara está acompañada en el retablo por Santa Teresa y Santa Elena.

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